La habitación es una de las salas más concurridas de la casa, a veces la utilizamos para estirar las piernas al final de un día agotador, a veces para ver una buena película para dos en un lluvioso sábado o para ofrecer un refrigerio a los amigos en una tarde de domingo. Este es un espacio de múltiples facetas para poder decorar nuestra sala con personalidad.

Una de las primeras decisiones para decorar una habitación (o cualquier otra división) es decidir los colores que darán personalidad a este espacio… no tiene que ser una decisión difícil. Algunos dicen que hay que escapar de las paredes blancas monótonas, pero la verdad es esta, que es uno de los colores más simples con el que vamos a poder crear un amplio efecto visual, sobre todo si también se aplica en los sofás, muebles y otros elementos.

Por último, es muy buena decisión porque va con todo.

Si prefieres otros colores, puedes elegir colores más versátiles, como el marrón, beige y/o negro, que se ven bien con casi todos los colores del arco iris.

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Antes de comprar media docena de latas de pintura, tienes que pensar si lo que quieres es pintar tan solo un lado de la pared o los cuatro lados. Pintar los zócalos y marcos de las ventanas es otra opción interesante.

Mantén los colores brillantes como el naranja, amarillo, azul brillante o fucsia, color plata u oro y colores brillantes para los accesorios. 

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La decoración debe ser, ante todo, un reflejo de lo que habita el espacio en cuestión, seguido por los altos estándares de confort. De hecho, una sala de estar debe ser necesariamente sinónimo de comodidad, si no, ¿quién va a querer estar ahí?

Así que la habitación tiene la personalidad de los que viven allí, pero para esto, debes establecer algunas pautas: Sé minimalista, utiliza la alta tecnología, muebles rústicos o contemporáneos, etc.