Si crees que tu casa necesita una reforma integral  o estás decidido a dar un nuevo aire a alguna de las estancias principales, como la cocina o el baño, para aprovechar mejor el espacio disponible o renovar su estilo, conviene tener en cuenta algunos consejos antes de ponerte manos a la obra.

Emprender reformas no tiene porqué ser una “odisea” de final inesperado. Si tienes claro lo que quieres y cuentas con el asesoramiento profesional adecuado, mejorar tu casa para convertirla en el hogar que siempre has querido no es tan complicado. Una cocina más amplia y luminosa, un baño de diseño moderno que te resulte más cómodo, un salón que refleje tu personalidad sacando partido a cada uno de sus rincones… Independientemente de la estancia que quieras transformar, en  cualquier reforma intervienen distintos elementos que hay que saber conjugar para que el resultado sea satisfactorio: el espacio y su distribución (tabiques, arcos, puertas, paneles divisorios…) los materiales a utilizar (azulejos, pavimentos, maderas y parqué, pintura…), el mobiliario básico (electrodomésticos y módulos para la cocina, sanitarios y complementos para el baño…) o el estilo de decoración son los más importantes.

En las reformas integrales son muchos los aspectos que hay que coordinar para que tu idea se haga realidad. Elige una empresa de confianza que te ofrezca el asesoramiento personalizado que necesitas y que cuente con los profesionales (arquitectos, diseñadores, operarios…) cualificados imprescindibles realizar el trabajo.

Empresa de reformas en Barcelona

4 premisas básicas

El proyecto inicial es una de las claves para que todo vaya sobre ruedas. Un proyecto bien elaborado, teniendo en cuenta tus preferencias y las posibilidades que ofrece la estancia, es fundamental para que tus expectativas se cumplan (un diseño con tecnología 3D te permitirá “ver” el resultado final antes de iniciar las obras).

También es importante contar con un presupuesto claro, realista y detallado para que tu reforma no acabe en una desagradable “sorpresa”. Exige que tu presupuesto especifique no solo el precio final sino, además, los plazos de ejecución, los materiales a utilizar y cualquier otro aspecto que consideres de interés. Planificar cada elemento y su coste agilizará la reforma evitando al mínimo posibles variaciones.

El buen entendimiento entre tú y la empresa de reformas es imprescindible para sacar el máximo partido a esa estancia que quieres transformar. Expón tus gustos y prioridades (haz tu propia lista con los cambios que deseas) pero también, déjate asesorar en los aspectos técnicos que seguramente no domines (muros de carga que no se pueden tocar, nuevas ventanas para ganar en luminosidad, muebles a medida para aprovechar el espacio al máximo, electrodomésticos que ahorran energía…).

Por último, contar con un coordinador responsable de la obra (arquitecto técnico preferiblemente) con el que poder comentar cualquier duda que surja durante la reforma es toda una garantía de que tu proyecto acabará como tú deseas.