Los jardines verticales está de moda. Son llamativos, alegres, divertidos y muy decorativos. Para interior o exterior, decorar con un jardín vertical  siempre nos aporta una sensación de bienestar.

Los jardines verticales pueden ser naturales o artificiales, cualquiera de los dos va a ser una buena elección para la decoración de una habitación interior o una fachada exterior.  La forma de colocación de cualquiera de ellos es muy sencilla ya que se colocan sobre una pared vertical como si de un cuadro se tratara.  La ventaja del jardín vertical artificial es que  o necesita riego y en el caso del jardín natural, está preparado para que apenas requiera mantenimiento. No obstante un jardín natural, lógicamente requiere un sistema de riego específico que se coloca por la parte de atrás por que quedan un poco mas separados de la pared y consecuentemente ocupan más espacio.

Si te gustan las plantas pero no tienes tiempo para dedicarle demasiada atención y cuidado, puedes poner un jardín vertical decorando alguna de las paredes de tu casa. Vas a conseguir el efecto fresco de la naturaleza pero apenas tendrás que dedicarle tiempo. Hay muchos tipos de jardín vertical. Los hay de tamaño pequeño, como si fuera un cuadro, y  de diferentes variedades de plantas. Los hay incluso con plantas que se utilizan para cocinar, con lo que además de ser un elemento decorativo, va a sernos de gran utilidad en la cocina. 

Los jardines verticales no solo están de moda en la decoración del hogar, también los hemos visto en las calles de las grandes ciudades, adornando las paredes exteriores de los edificios. Los jardines verticales se han convertido en una alternativa a la decoración paisajística  que resuelve el  poco espacio del que disponemos en los centros urbanos para parques y zonas verdes. Los jardines verticales, además de ser un elemento decorativo que nunca pasa desapercibido a ojos de ningún transeúnte,  promueve el cuidado del medioambiente y la lucha contra la contaminación.